El ojo es muy sensible a los agentes nocivos del medio ambiente, entre los que se destacan la LUZ ULTRAVIOLETA, cada vez más agresiva por el deterioro de la capa de ozono y por las fuentes industriales de la misma, como la de la soldadura y algunos tipos de bombillos; también lo es a la CONTAMINACION AMBIENTAL, al uso de motocicletas y vehículos destapados, por el viento en la cara, al trabajo al sol, los oficios nocturnos y cualquier otro tipo de actividad en condiciones tales que provoquen la evaporación o alteración de la película lagrimal o una injuria crónica sobre la superficie del ojo, provocando microlesiones en la unión con la córnea que con el tiempo darán origen al pterigio cuyo origen está claramente relacionado con la distribución geográfica en la zona tórrida.
La cirugía de es muy frecuente en nuestro medio y con las modernas técnicas con injertos o plastias de conjuntiva mas el uso de drogas, como antimetabolitos mitomicina C, es muy confiable y predecible, llevando al mínimo el riesgo de reproducción.
De acuerdo al tamaño y localización del pterigio, éste se clasifica en nasal o temporal y en grados I, II, III y pterigio reproducido.
Grado I: Alcanza al borde de la córnea.
Grado II: Invade córnea sin llegar al borde pupilar.
Grado III: Rebasa el borde pupilar. Pterigio reproducido es el que aparece como una cicatríz hipertófica después de una cirugía de pterigio, (3 al 5%)
La cirugía de es muy frecuente en nuestro medio y con las modernas técnicas con injertos o plastias de conjuntiva mas el uso de drogas, como antimetabolitos mitomicina C, es muy confiable y predecible, llevando al mínimo el riesgo de reproducción.
De acuerdo al tamaño y localización del pterigio, éste se clasifica en nasal o temporal y en grados I, II, III y pterigio reproducido.
Grado I: Alcanza al borde de la córnea.
Grado II: Invade córnea sin llegar al borde pupilar.
Grado III: Rebasa el borde pupilar. Pterigio reproducido es el que aparece como una cicatríz hipertófica después de una cirugía de pterigio, (3 al 5%)
